Periódico La Jornada
Domingo 14 de octubre de 2018, p. 20
Berlín. Más de 240 mil personas abarrotaron este sábado las calles de esta capital para manifestarse en contra del racismo, la exclusión e intolerancia y para hacer visible la existencia de una sociedad solidaria en Alemania, pese al auge del partido populista de extrema derecha Alternativa para Alemania.
Convocada por la agrupación Alianza Indivisible y con el lema Por una sociedad abierta y libre: solidaridad en lugar de exclusión, la movilización partió a las 13 horas desde Alexander Platz para recorrer pacíficamente la Leipziger Strasse, atravesar la Potsdamer Plat, seguir por la Puerta de Brandeburgo y llegar a la Columna de la Victoria, en el centro turístico de la ciudad: el Tiergarten.
No al odio contra los musulmanes o El racismo no es una alternativa, corearon enérgicos los asistentes bajo un radiante sol. Una gran pancarta portada por varias personas exigía: Solidaridad con las víctimas de la violencia de derecha, racista y antisemita y otra reclamaba: Juntos contra la política del miedo.
Somos indivisibles y queremos seguir siéndolo. No queremos que la gente se enfrente entre sí: pobres contra ricos, nacionales contra personas que llegan a nuestro país, por lo que debemos hacer algo hoy. Por ello hay que alzar la voz y levantarse. Por ejemplo, con la manifestación Indivisible, afirmó en un video el ministro de Relaciones Exteriores alemán, el socialdemócrata Heiko Maas.
Al principio los organizadores contabilizaron unos 40 mil participantes pero en la tarde indicaron que la marcha reunió a 242 mil personas. Sin dar cifras concretas, la policía sólo reportó la presencia de decenas de miles de manifestantes.
La jornada concluyó con un concierto en el que participaron artistas prominentes, como el músico cantante y actor Herbert Grönemeyer.
Alemania enfrenta un momento de polarización y de grandes tensiones internas que se agudizaron tras la muerte, a finales de agosto, de un joven alemán a manos de tres refugiados, en Chemnitz, en el este del país, y después del fallecimiento de otro alemán provocada por una disputa contra varios afganos, en Köthen, en la misma zona.
Ambas muertes desataron multitudinarias protestas de ultraderechistas contra la política de inmigración de la canciller federal Angela Merkel. Durante las marchas grupos neonazis realizaron el saludo hitleriano y corearon consignas xenófobas.
Desde 2015 han llegado a Alemania cerca de 1.5 millones de solicitantes de asilo de países en conflicto. El año pasado, la mayor economía europea concedió asilo o un estatuto de protección diferente a más personas que los otros 27 Estados juntos de la Unión Europea.
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